En primer lugar, se produce un drenaje que permite liberar la célula afectada de la acumulación desechos.

En segundo lugar, se estimula un flujo sanguíneo intenso hacia la célula, proporcionando un aumento de nutrientes y oxígeno.

Mediante este proceso sencillo, se favorece el correcto funcionamiento celular.

Estos efectos internos promueven la regeneración celular, permitiendo que los tejidos se reproduzcan de manera más rápida y efectiva.

Además, es importante destacar la liberación de endorfinas, que contribuye al prolongado efecto analgésico del dispositivo en la reducción del dolor.

• Alivia la sensación de dolor: gracias a sus propiedades antiinflamatorias y la liberación de endorfinas.
• Estimula los procesos de regeneración: tanto en el periodo postoperatorio como en casos de roturas de fibras, esguinces, tendinitis, entre otros.
• Promueve el fortalecimiento óseo y mejora la movilidad de las articulaciones.
• Facilita una recuperación más temprana de las lesiones.
• Prepara el cuerpo de manera profunda antes del ejercicio y ayuda en la recuperación posterior (eliminación de toxinas).
• Permite un tratamiento activo al ser utilizado durante la práctica de ejercicios. Contribuye a una rápida recuperación de la fatiga muscular tras la actividad física.

Es general se recomienda esta terapia como un tratamiento complementario en tratamientos integrales de fisioterapia. En especial en procesos de tipo inflamatorios como edemas, esguinces, tendinitis, entre otros, lesiones que producen dolor crónico, problemas de circulación y enfermedades crónicas que afectan el sistema musculo articular.

La hipertermia es una herramienta valiosa para el tratamiento de diversas lesiones y afecciones musculoesqueléticas en fisioterapia. Entre las lesiones y afecciones que es posible tratar, se encuentran:

• Lesiones deportivas: la hipertermia ofrece beneficios significativos para el tratamiento de lesiones deportivas, como distinciones musculares y esguinces. Su capacidad para reducir la tensión muscular y mejorar la circulación sanguínea la convierten en una opción ideal para acelerar el proceso de recuperación en estas lesiones.
• Enfermedades crónicas: este tratamiento se utiliza también en el manejo de enfermedades crónicas, como la artritis reumatoide. El calor controlado aplicado durante la hipertermia puede aliviar la rigidez articular y favorecer a una mayor movilidad en los pacientes afectados.
• Contracturas musculares: la hipertermia es un tratamiento sumamente eficaz en contracturas musculares, ya que ayuda a relajar el tejido tenso y mejorar la circulación, lo que facilita la recuperación y disminuye el dolor.
• Tendinitis: el aumento de temperatura controlado generado durante este tratamiento puede ayudar a reducir la inflamación y el malestar asociado con la tendinitis.

A pesar de ser un método efectivo para tratar diversas lesiones y afecciones, la hipertermia no es adecuada en ciertos casos. Entre las principales situaciones en las que este tratamiento es contraindicado, se incluyen:

• Problemas cardiovasculares: los pacientes con enfermedades cardiovasculares graves, enfermedades coronarias avanzadas o hipertensión deben evitar la hipertermia, ya que el aumento de temperatura corporal puede sobrecargar el sistema cardiovascular.
• Fiebre activa: la hipertermia implica elevar la temperatura corporal, por lo que no se debe aplicar cuando el paciente experimenta fiebre, ya que podría empeorar su condición.
• Enfermedades infecciosas: no se recomienda el uso de hipertermia en pacientes con infecciones activas.
• Embarazo: durante el embarazo, la hipertermia no se considera segura, ya que las altas temperaturas podrían representar un riesgo.
• Implantes metálicos: pacientes con implantes metálicos, como marcapasos u otros dispositivos, deben ser evaluados minuciosamente, ya que podrían calentarse durante el tratamiento pudiendo resultar perjudicial.

La cantidad de sesiones de hipertermia necesarias en fisioterapia varía en función de la gravedad de la lesión del paciente y su capacidad de recuperación individual.

Para determinar la cantidad de sesiones necesarias y la frecuencia adecuada para lograr una recuperación óptima, es fundamental que un profesional realice una evaluación detallada de la lesión.